Malditos Bastar… mentirosos

No, en verdad no quería en este blog meterme en lo que quizás podríamos llamar «políticas», pero este tema que quiero tratar no es político sino de dignidad, precisamente una palabra que en muy pocas ocasiones se asocia a estos personajes públicos.
De todas maneras y como no puedo evitar ver sobre todo programas de noticias o debates políticos en todas sus vertientes, y tantas veces me he echado las manos a la cabeza,me he dicho….¡tengo que desfogarme de alguna manera!.
 
Tengo que confesar que si, soy ateo, y esto me tranquiliza.
Ni me acuerdo de los mandamientos, ni de los pecados capitales, ni falta que me hacen porque creo que sobre todo esas frases o consejos son de sentido común ¿no?
No matarás.
No dirás falsos testimonios ni mentirás, etc, etc.

Para empezar:

-¿No debería estar penalizado con multa y prisión que un cargo público de la responsabilidad de un político MIENTA? Primero por político y después por cristiano
(es verdad que en la iglesia no hay muy buenos ejemplos pero…a ellos ya les tocará pagar).
-¿Cómo es posible que a pesar que en TV y radio y prensa se muestren esas MENTIRAS descaradamente, no ocurra nada?
-¿Cómo pueden hablar en público sabiendo que lo que dicen es MENTIRA? ¿y cómo pueden regodearse en esas MENTIRAS?
-¿Cómo se puede permitir que además digan lo que se les pase por la cabeza, de la manera que quieran y cuando quieran?
Lo de falsos testimonios se lo pasan por sus santos…(nunca mejor dicho).
 
¿De dónde sacan ese descaro y…si…chulería…e impunidad?
Siempre pensé:
Esta gente «pública» tendrá familia ¿que les dirán al final del día?
Tendrán amigos ¿qué les dirán cuando hablen?
Tendrán espejos ¿qué les dirá?
Tendrán días en soledad ¿qué se dirán?
Tendrán vejez ¿qué recordará?
 
Yo sé la respuesta y todos/as supongo que también.
NADA.
 
No puede ser que el ser humano; bueno, me quedaré sólo en ser, haga y acepte lo que es inaceptable. No puede ser.
Pero por ahora me callo y quién mejor que Benedetti (retocado) para definir esto:

Benedetti (retocado)

 
No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.

….
no puede ser que el viento levante las polleras
y que todas las piernas sean lindas
y que los concejales vayan en bicicleta
del otoño al verano y viceversa.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que nadie sienta rubor de «tu» pereza
y los suspiros me entusiasmen tanto como los hurras
y pueda escupir con inocencia y alegría
no ya en el retrato sino en un señor


No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las brujas sonrían a quemarropa
y que mi insomnio cruja como un hueso
y el subjefe y el jefe de policía ya no lloren


y las campanas suenen sólo como campanas.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
O es de verdad
y entonces
está bien
que me encierren.

Aunque yo encerraría a unos/as cuantos/as

Fernando Hurtado

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