¿Huevo o Mantequilla?

En alguna parte leí algo parecido a esto: 
«Hay cosas que dependen de ti y otras que no dependen de ti. Incluso las que dependen de ti están condicionadas por otras pequeñas cosas que no dependen de ti»
 
Cada uno en su día a día, en su trabajo en sus relaciones se podrá preguntar: ¿Si yo hago las cosas bien (llamando bien a hacer las cosas como normalmente y pensando en una lógica sensata todos/as podemos pensar que…están bien) deberían de salir las cosas más o menos como espero?
Está claro que No ,que ni siquiera siendo honestos, trabajadores, educados, correctos, respetuosos y hasta incluso buenas personas o profesionales, nada de eso te asegura que las cosas vayan a salir bien.
 
Los otros días me tatúe algo por primera vez en mi vida, en el antebrazo: «Todo lo que das, vuelve».  Y fue muy gracioso porque mientras me tatuaban le dije al artista que me estaba tatuando algo en lo que no creía. Él paró su trabajo y me preguntó: ¿Entonces por qué lo haces? Y le respondí: «Porque me gustaría creer en eso».
 
Escribo estas líneas porque conforme pasa el tiempo, y esto lo dicen algunos intelectuales, cada vez uno duda más de lo que hace o dice. Creo que el cumplir años, pero sobre todo ir acumulando experiencias te hace ver que eso es totalmente cierto. Por algo lo dirán los intelectuales.
 
Y ahora me toca sacar ese lado un poco más oscuro. Veo muchos/as inútiles que de una forma consciente o menos consciente (no sé cuál es peor) faltan a la honestidad y conocimiento en sus trabajos y todavía peor (vuelvo a dudar cuáles peor) en su hipocresía respecto al trato con los demás. Ya es o debería ser grave que lo hagas en cualquier oficio, pero que lo hagas como cargo público…sí debería ser un delito
 
También leí una pequeña historia que intento resumir:
«Un hombre jubilado se levantaba todos los días, y cada día hacía lo mismo. Preparaba su desayuno, se arreglaba, sacaba a su perro, compraba la prensa -ya no, pero antes sí-, se entretenía hablando con algunos vecinos, etc.
Sí siempre hacía lo mismo, pero ¡TENÍAS QUE VER CÓMO LO HACÍA! Tendrías que ver cómo ese señor se arreglaba, como preparaba su desayuno, cómo bajaba las escaleras, cómo hablaba con sus vecinos…
 
¡Cuánto nos diferencia ese CÓMO!
 
Así que…veamos CÓMO empezamos el día hoy o mañana, y si cada uno hace las cosas sólo de una forma COMO normal y bien hecha, quizás todo sería COMO algo mejor.
 
Dicen que: «Con el mismo aceite que se fríe un huevo,se derrite la mantequilla»
Pues eso, la vida seguramente es el aceite, y nosotros…elegimos ser huevo o mantequilla.
 
Fernando Hurtado

Deja una respuesta